La orilla es horizonte
1 al 7 de diciembre, 2024
December 1st to 7th, 2024
Ganzo, San José del Cabo
Curaduría: Lorena Peña Brito
Me gusta la oportunidad de llamar laboratorio a la playa. Encontrar en la orilla del mar un mundo que se abre o se desdobla en lo desconocido, profundo y lejano como el fondo, inacabable como el horizonte. Es un paisaje, pero también un espacio de análisis, de procesos minuciosos, de registro sobre la temperatura, los rayos UV, condiciones ambientales, efectos de la salinidad, sensibilidad a la luz, los minutos y las horas transcurridos, reacciones químicas que marcan el tiempo. Esta vez la prueba y el error son oportunidad de un tipo de performatividad: la ampliación de las metodologías fotográficas hacia la implementación del cuerpo -habitar un territorio-, con otros agentes, trabajar con ellos; hacia construcciones casi pictóricas, hacia la recuperación de material orgánico como devenir de la interacción con el exterior. La naturaleza ha estado siempre presente en el trabajo de Dávila, ya aludiendo a referencias pictorialistas de los siglos XIX y XX, ya como crítica sensible, política, sobre el control y la necesidad humana de construir lugares. En su obra los conceptos de espacio natural y arquitectura se enciman uno sobre otro, los de imagen fotográfica, escultura y perfomatividad provocan y cuestionan las posibilidades de su relación, inclusive la noción de intimidad. La pregunta sobre las disciplinas sobrevive en su trabajo gracias a la orilla y al límite.
A lo largo del proyecto Mareas, del que devienen los procesos de esta investigación, el agua ya no es escenario en el que irrumpe la memoria del cuerpo, sino entorno y protagonista, operador constante de la imagen: el agua revela, devela, performa. El paisaje queda registrado por contacto directo con el papel y la emulsión sensible, y en este caso, materia orgánica y el vestigio de organismos vivos lo habitan. Es decir, no hay su representación, sino su presencia directa como parte de la obra. Una discusión abierta y fértil sobre las artes visuales, en donde la historia del Paisajismo se vuelca.
En trabajo de Paola Dávila se articula con potencia en el entorno cabeño desde distintos puntos de anclaje. Por un lado su investigación en torno a la fotografía expandida, el trabajo constante con cuerpos de agua y el medio ambiente marino. Sobre todo, su aproximación al paisaje peninsular desde lugares que aunque nos son comunes desde la familiaridad fotográfica, permiten en su abstracción y su configuración química y física abordar preguntas sobre efectos climáticos y nuestra relación con la hidrósfera; lo que sabemos de ella, la manera en que nos entendemos parte inherente de ese mundo.
Esta residencia, desarrollada en los lindes del Estero de San José el Cabo y su unión con el Golfo de California, se presenta en el marco de la tercera colaboración con INARI MARU, Arte, Imaginación y Costa, un proyecto de aproximación a la memoria y la vida en el territorio costero.
Lorena Peña Brito.